placeOK y su experiencia en Las Lajas para el See Colombia Travel Blog
Comparto con ustedes la publicación de mi primer post colaborativo para el blog más importante de Latinoamérica en el 2013 de acuerdo a FITUR: el Colombia Travel Blog del See Colombia Travel. En esta oportunidad narro la experiencia del equipo de placeOK en la visita que realizamos al Santuario de las Lajas, al sur de Colombia.
La experiencia fue inolvidable sin lugar a dudas, tal como lo es la de escribir para un blog tan importante como lo es el Colombia Travel Blog.
Aquí el texto del artículo tal como aparece aquí, en el site original.
El misticismo alrededor del Santuario de las Lajas
Recuerdo claramente el día que vi, por primera vez, la foto del Santuario de las Lajas. Quedé impresionada. Y es que su belleza arquitectónica solo podía competir con el impresionante escenario donde se levantaba. Pero había algo más que me hizo, en ese mismo momento, anotarlo en mi «bucket list» como un destino imperdible, el cual debía visitar en algún momento de mi vida.
Creo que ese «algo» fue la impresión que me causó el ver, como una estructura tan magnífica, se erigía imponente sobre un terreno muy difícil, el cañón del río Guáitara en el municipio de Ipiales, departamento de Nariño al sur de Colombia. Escenario de mucha belleza, bastante cerca a la frontera ecuatoriana, que destaca por sus inmensas montañas verdes que contrastan maravillosamente con un cielo de un azul intenso.
Tan majestuosa construcción de estilo neogótico refleja el espíritu de un pueblo fervientemente creyente. Un pueblo que se reúne en diferentes épocas del año para rendir culto a la Virgen Nuestra Señora del Rosario de las Lajas (la Virgen Mestiza o la Virgen de la Roca): durante las fiestas patronales en setiembre, en Semana Santa y entre los últimos días de Diciembre y los primeros de Enero.
La fe se respira en sus alrededores
Fue en Octubre del 2013 que logré concretar mi deseo de conocer las Lajas. Fue así que partimos del terminal de buses de Ipiales muy temprano y el recorrido en taxi no tomó más de 20 minutos. Faltando poco para llegar el taxista, solo y si pedírselo, detuvo la marcha para invitarnos a disfrutar de la belleza del Santuario desde un mirador. El orgullo de nuestro amigo era contagioso y no era para menos: en ese momento sentí la misma emoción de la primera vez en que vi a las Lajas en fotos, pero esta vez lo hacía en vivo y en directo.
Fue allí que nos enteramos que el peregrinaje hacia el lugar logra concentrar a miles de fieles, mayoritariamente provenientes de Ecuador y Colombia. La visita que realizan no es solo a su hermosa capilla sino también a la cripta que se encuentra en su interior. Aquí, literalmente, se puede decir que la fe mueve montañas.
Cuando llegamos, tuvimos que emprender una caminata hacia el Santuario observando, en el trayecto, diversos puestos de artesanías y comida que abrían sus puertas en un ambiente de singular respeto.
El área, bastante bien cuidado y limpio, se ofrecía como una bella modelo para el fotógrafo ávido de capturar valiosos recuerdos.
De pronto, aparecía el templo el cual nos daba la bienvenida con un singular cartel: «Aunque usted venga como turista, compórtese como peregrino… ¡Este es un lugar Santo!». Me quedaba claro que aquí, la magia de la fe, se respiraba de forma permanente.
Debo confesar que esperaba una construcción de mucho mayor tamaño pero, a pesar de eso, su belleza manifestada en su Santuario de estilo ojival con impresionantes esculturas era suficiente. Dentro del templo descubrí unos llamativos vitrales que iluminaban coloridamente al grupo de creyentes vecinos que escuchaban la misa matutina. Tal vez esperando que se les aparezca esa misma Virgen que se presentó a la niña indígena y que fue la razón de la edificación de este Santuario.
No hay duda, las Lajas es un destino impresionante, recomendado tanto para católicos como para los que no lo son, ya que no se trata únicamente de una hermosa muestra de fe sino también, de una exhibición fabulosa de arquitectura medieval. Por todo esto es que debo recomendar que el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas sea incluido en tu próxima visita a Colombia, ya que se trata de «un milagro de Dios sobre el abismo.»