Huariques en Lima: Almorzando con el Rey de las Hueveras
Debo ser sincera, yo no suelo comer mariscos y sólo como pescado, frito o en ceviche, pero me era imposible pasar por alto la visita a uno de los más concurridos huariques en Lima: el restaurante «Don Ricardo«, ubicado en una simpática calle del Rimac.
Ya había escuchado buenos comentarios, además las veces que pasé cerca a este local lo vi lleno de gente y con varios autos estacionados al ingreso.
Así que me animé a visitarlo. Don Ricardo Heredia Silva me recibió con mucho ánimo y es que se nota que este negocio es su pasión. A pesar de que a simple vista parece un hombre serio, la charla que sostuvimos estuvo matizada con diversas bromas y muy simpáticas anécdotas que narraba con gran nostalgia.
Su amor por las hueveras o huevas (concentración de huevos de peces que forman una sola masa) se origina cuando su abuela paterna se las preparaba de diversas formas y lo hacía tan bien que quedó prendado de ellas; tanto así, que incluso usaba sus propinas para comprarse sus pancitos con huevera frita al salir del colegio.
Es así que el 9 de mayor de 1987 decide abrir una cevichería frente al Estadio Nacional en Lima, atreviéndose además a incursionar en el mundo de los potajes hechos con huevera. De ese modo apareció la huevera arrebosada, la huevera a la plancha, la huevera al ajo y muchos platos más.
El éxito fue tal que decidió trasladarse a un mejor local en el distrito de La Victoria, pero el espíritu inquieto de don Ricardo hizo que dividiera su tiempo entre la gastronomía y la política. Por esto último, es que llegó a trabajar en el distrito del Rimac, decidiendo quedarse en él, trasladando su fructífero restaurante, hace 8 años atrás, al actual local que posee.
Por sus mesas han pasado diversas celebridades limeñas y debido a los shows de música en vivo, los comensales han sido encantados por conocidos talentos peruanos como el cómico Melcochita o los afamados cantantes Pedrito Otiniano o Arturo «El Zambo» Cavero.
Su fama se coronó cuando un periodista del diario Ojo, periódico muy popular en Perú, llegó a comer a su local en La Victoria . Esta persona se sintió tan contenta con el descubrimiento que le propuso a su jefe inmediato hacer una entrevista sobre este novedoso lugar, entrevista que sirvió para bautizar al amable Ricardo como el «Rey de las Hueveras». Fue así que, desde 1994, no se pudo desprender de tan simpático apodo.
Pero pasemos a hablar sobre su propuesta gastronómica. Para empezar debo decir que el ambiente de su local es pequeño pero está ubicado en una buena zona del distrito bajopontino, no se le ha prestado especial detalle a su decoración, la cual es bastante básica pero muy llena de recuerdos, como se aprecia en las diversas banderolas y fotografías de visitantes ilustres y de reconocimientos colgados de sus paredes.
Debo hacer otra confesión, la música en vivo, para mi gusto, sonaba con demasiado volumen, por lo que si eres de las personas que prefieren conversar antes que fijarse en el show, corres el riesgo de no sentirte muy augusto. Sin embargo, don Ricardo me indicó que está presto a escuchar los requerimientos de sus clientes, por lo que estoy segura que, si le pides que baje un poco el volumen, lo hará con mucho agrado.
Mención aparte es su comida. Como ya les dije no soy amante de los mariscos o similares, por lo que tuve que vencer el gran reto de probar la huevera en chicharrón que me presentó junto a los trozos de calamar y pescado que formaban parte del plato. Y fue agradable. Por lo que para aquellos amantes de este tipo de comida, seguro que les resultará más que delicioso. Los primerizos como yo tal vez detecten que este alimento, rico en nutrientes, posee un saborcito un poco marcado, pero déjenme decir que es aceptable.
El plato de «chicharrón mixto«, fue una buena experiencia culinaria. Destaca el hecho de que no era grasoso y que la técnica de cocción era muy buena, dejando las piezas con una crocante consistencia exterior pero con suave textura por dentro. Además se trataba de una buena porción la cual se puede compartir tranquilamente entre dos personas, a pesar de tratarse de un plato personal.
El segundo potaje fue «mero al vapor tipo oriental«, la carne del pescado estaba en su punto, con un delicado sabor que se entremezclaba bien con los trocitos de cebolla china, los toques de kión y la salsa a base de sillao. Cocción perfecta. Presentación provocativa. ¿Qué más puedo pedir?
Para acompañar estos platos, don Ricardo me invitó una gran jarra de chicha morada, ¡uhmm! esta tenía un sabor muy particular y es que le incorporan ingredientes de la casa, los cuales no quería develar nuestro anfitrión. Pero mi paladar logró descubrir un toque de anís y membrillo que le daba un sabor diferenciado y, a la vez, agradable.
Me gustó también el hecho de que el ají rocoto no picaba demasiado, estaba en su punto, mientras que mi favorita, la crema tártara, no estaba echa con los clásicos trozos de cebollita china sino, en su reemplazo, con pedacitos minúsculos de apio lo que le daba un sabor especial. Me gustó.
Mientras terminaba de almorzar fui testigo de como el lugar se llenaba, incluso en un momento las personas estaban paradas en una cola, tratando de encontrar un lugar disponible Ese día, no podían faltar los personajes célebres, es así que pude divisar al Director de Radio Capital, Luis Felipe Trujillano, quien me contó que es fiel comensal desde que don Ricardo abrió su primer local.
Creo que un factor de éxito de este pequeño restaurante es el atrevimiento de rescatar un plato tradicional antiguamente arraigado entre los limeños e innovar en su presentación. Como dice Ricardo Heredia, «no es nada del otro mundo, se tratan de recetas conocidas que se unen a la huevera«. Un segundo factor clave es la dedicación y las ganas del dueño del negocio en dirigirlo personal y directamente: él mismo hace las compras de los insumos, supervisa que se sigan las recetas y sus técnicas y se encarga de recibir y atender a cada persona que llega.
No quería interrumpir más, así que preferí dejar a don Ricardo charlando con sus clientes, los nuevos y los antiguos. Estoy segura que les contaba sobre el reconocimiento que le hizo la Municipalidad de Caracas (Venezuela), la entrevista hecha por Telemundo, el premio recibido de parte de la comunidad de peruanos en New York o las 4 veces que ganó la cinta roja y blanca por su calidad empresarial otorgada por la prestigiosa empresa encuestadora POP – Peruana de Opinión Pública. Por lo que me despedí con un abrazo sincero y con la alegría de haber disfrutado de un restaurante OK donde tuve la oportunidad de compartir la mesa con un rey.
Tipo de restaurante: platos a la carta.
Tipo de comida: pescados, mariscos, hueveras y algunos platos criollos.
Costo aproximado por persona: S/. 45,00.
Dirección: Jr. 7 de Junio 497, altura cuadra 7 Av. La Capilla, Rimac (Lima, Perú).
Horario de atención: De Lunes a Viernes de 10.30 a 6.00 pm. Sábados y Domingos de 10.30 a 8.00 pm.